¿Estás pasando por esos momento en que te cuesta llenar tu biografía en una frase, te cuesta encasillarse en un sector o responder en dos oraciones a qué te dedicas? ¿Sientes que pierdes mucho tiempo y dinero buscando tu pasión, tu nicho o el foco de tu vida, pero a la vez sientes amargura de tener que abandonar tus otras pasiones y proyectos?
Si tu respuesta es sí, sigue leyendo
Antes que nada, no estás sola. No eres rara y no estás rota. Eso es algo que les pasa a las personas creativas, expansivas y emprendedoras. No es que no sepas cuál es tu pasión. Si no que simplemente eres consciente de todo lo que te apasiona.
Cuidado con las redes sociales, está lleno de “casos de éxito”. Pero desgraciadamente escasean las que transparentamos el proceso.
Pero tranquila, uno de las grandes motivaciones que me llevó a crear este espacio, después de miles conversaciones recurrentes y cientos de café o copas de vinos compartidas con amigas y colegas, fue justamente esto: compartir el proceso de auscultarse el propio ser, cambiar patrones, diseñar una nueva mentalidad y permitirte a partir de allí Innovar, crear y lanzar en abierto.
Creo que en nuestro interior, todas pasamos por esto. La diferencia está en que algunas aceptan su desconcierto, su sensación de vacío, abrazan la incertidumbre y DECIDEN vivir su proceso.
A menudo se piensa que la verdadera razón por la que no se consigue desarrollar nuestras pasiones es por falta de capacidad, tiempo, suerte, oportunidades.
Sin embargo, no todas las personas funcionan igual. Algunas le llaman Multipotencial y por lo tanto, multiapasionada, knowmad, aprendedores sin cansancio y un sinfín de características más.
Más allá de los nombres, lo importante es poder definirte, saber cuál es tu área de genialidad, tu esencia más personal, que incluye todas tus pasiones, para desde allí poder continuar y seguir tal como eres, pero con una visión a largo plazo.
¿Estás ahora pasando por este momento?
Se te ocurren miles de ideas, te gustan muchas cosas y sientes que para muchas de esas cosas se te da muy bien, así que le das a todo, por si acaso.
Comienzas varios proyectos y te cuesta decidirte por alguno.
Tu cerebro derecho se siente satisfecho, gracias a la pasión, la adrenalina y el deseo que alimentan las nuevas ideas y la creatividad.
Pero tu cerebro izquierdo dice hmmm, ¿qué está pasando? Necesito foco, estoy perdiendo mucho tiempo, me estoy perdiendo en una nebulosa, así no avanzo, estoy en miles de acciones al mismo tiempo pero no me llevan a nada concreto.
¿Esto resuena contigo?
Pues bien. Esta era mi situación hasta bien poco.
Sin embargo, ya me estaba pasando factura. Me sentía abrumada porque no podía dar con ese foco que todos los demás sí. Me sentía perdida.
¿Por qué ellos sí y a mi me cuesta tanto? ¿Por qué me gustan tantas cosas? ¿Por qué no tengo una sola pasión?
A menudo envidiaba a la gente que desde muy joven o incluso desde niños sabían exactamente lo que querían ser y hacer en su vida.
Yo no, de hecho, cuando vuelvo a mi diario de infancia, tengo una lista interminable de cosas que quiero ser y hacer, y nada que ver una cosa con la otra.
¿Cuándo se unirán estos puntos, me preguntaba entonces?
Si quieres saber más de este tema, te recomiendo que leas el libro de Emilie Wapnick donde desarrolla ampliamente el tema en su libro How to be everything “Cómo serlo todo”
“Quiero ser una mujer del Renacimiento. Quiero pintar, escribir, actuar y hacerlo todo”.
Emma Watson
Bueno, en fin. Ya te he dado muchos ejemplos de lo que hablo, y para ti no es nada nuevo, así que vamos a lo que vinimos.
Aunque siempre me oirás decir que todo es un proceso, lo he resumido para ti en un esquema de 3 puntos principales, y voy a contarte mi propio proceso que me ha funcionado y que a día de hoy reutilizo para nuevos desafíos, porque nunca se deja de aprender, y eso es maravilloso.
Entonces, ¿Cuáles fueron los 3 pasos que tomé al inicio de mi proceso teniendo múltiples pasiones y no logrando focalizar?
Guau por el titular. Pero te prometo que me ha resultado
Estos son:
Lo primero y básico de este proceso es la ACEPTACIÓN
Verás. Cuando empecé a sentirme mal conmigo misma por esto, sentía que tenía una energía capaz de generar miles de cosas y soluciones, a gran escala, soñaba en grande.
Entonces armaba equipos, desarrollaba toda la estrategia, incluso invertía dinero o tiempo en cosas que me parecían que resultarían, y cuando resultaban y tenían el primer éxito, (llenar un evento, conseguir patrocinios, generar ventas, ganar premios, que te suban el sueldo, etc.) con la misma fuerza que me lanzaba a por ello, me desinflaba poco después.
Entonces me sentía frustrada y comenzaba a sentir que algo andaba mal conmigo.
Pero las que me conocen saben que nunca me quedo quieta, así que la primera acción que tomé fue aceptar que tenía un problema o una inquietud, que hacía tiempo que venía intentando resolverla, y que evidentemente no podía hacerlo sola.
Necesitaba pedir ayuda.
El siguiente paso es MANIFESTAR tu proyecto, tu pasión
Manifestar tu deseo, tu intención, tu sueño, tu objetivo, tu proyecto.
En este caso, tú puedes manifestar todos tus sueños y aspiraciones.
Escribirlos y luego centrarte en una sola cosa para hacer este ejercicio. Sin tener que pensar que abandonas todos los demás.
Puedes elegir al azar, o con aquel que mejor resuene para tí. Recuerda que estamos entrenando la mente, y este es el primer paso para eso.
En otro momento te compartiré más trucos y ejercicios para pasar al siguiente nivel.
Por ahora, sólo céntrate en uno y elige el que te parece más fácil o mejor te sale, y nómbralo.
Soltarlo al aire, al universo, a tus amores, a tu público, whatever you want my dear.
Puedes comenzar con una acción simbólica, donde nombras en voz alta cuál es tu pasión activa hoy, en presente y usando el verbo que corresponda a la acción que quieras tomar.
HOY EMPIEZO A (VERBO) , HOY ESTOY (VERBO), HOY SOY (VERBO).
- Haz este ejercicio y apunta qué sensaciones te genera cada una.
- Ponle un puntaje y luego pasa a otra pasión y repite.
- Valora y compara el documento de manifiesto de todas y cada una de tus pasiones y el peso que estas traen a tu vida.
Otro trucazo que a mí particularmente me ha servido como un mantra es escribir mis palabras claves:
Las pongo en un lugar visible de mi día a día, las incluyo en el mes de mi calendario o incluso, cuando necesito apoyo, las comparto en mis redes sociales.
Por último, tienes que tomar tu primera ACCIÓN hack
El “pasar a la acción” es un mundo muy nombrado pero poco efectivo. Todo el mundo dice lo mismo, pero nadie te explica cómo. Si no, mira cuántas veces has dicho mañana salgo a correr o el lunes empiezo la dieta.
El truco más sencillo que te voy a comentar es este: Comienza con una acción hack. NO te empeñes en una acción radical. Engaña a tu mente. Aprende a hackearla poco a poco.
Nuestro cerebro está programado para ponerte en modo supervivencia cada vez que tenemos que salir de la zona de comodidad y normalidad.
Por eso nos ponemos excusas.
Pero también el cerebro busca el placer.
Entonces, una de las cosas que decidí hacer fue:
- Ponerle a mi cerebro el camino fácil para tomar la acción, y
- Hacer de ese camino un recorrido de gratificaciones placenteras con una visión a largo plazo.
Por ejemplo, es mucho más fácil tomar acción acompañada que de forma individual, tu cerebro lo sabe, entonces ¿qué tal si te buscas un grupo de apoyo, “una compañera hacker” para pasar a la acción?.
Puedes crear junto con ella rutinas placenteras y rutinas de ejecución, métricas sencillas mensuales o semanales, una sola acción por vez, una sola métrica por vez.
Si te cuesta empezar con tu proyecto, prueba hacerlo con algún deporte.
Por ejemplo, yo salí con una colega a correr, nos pusimos metas en tiempo, nos animamos por teléfono y dejamos la ropa y las zapatillas de correr listas para ni bien levantarte te las pongas.
¿Qué hace el payaso cuando se pone el traje de payaso? Pues eso, haz tu propio payaso.
Eso fue lo que hice cuando me uní a la comunidad Extraordinaria para sacar adelante este proyecto, creando yo misma un círculo de mujeres en producto, donde nos ayudamos y apoyamos mutuamente para pasar de 0 a crear nuestro producto digital.
El segundo truco es simplemente pedir lo que necesites a quien te lo pueda proporcionar.
Siempre supe que quería una mentora. Desde muy joven.
Pero en aquel entonces no era algo normal. Existían los mentores de negocios, política, la orientación vocacional que no servía de nada, pero no existían las mentoras de emprendedoras, o de chicas que no querían seguir una carrera convencional. 😉 Entonces fue a una psicóloga.
Fue brutal, porque dejar atrás los condicionamientos de género y clase me sirvió para enfocarme. Pero cuando llegué a vivir a Chile, no conocía a nadie, entonces tuve que empezar otra vez de cero.
Y después de varios años de búsqueda, encontré mi norte en la mentoría y la terapia conjunta inspiradas en el existencialismo.
No me explayaré aquí sobre esa metodología porque eso es un contenido de otro post, que algún día si me lo pides escribiré, es un mundo fascinante para las emprendedoras y en general para toda persona que quiera rediseñar o reenfocar su vida.
(Como verás, a mí también me pasó. Es parte del proceso de experimentar y comerte la vida con tus múltiples pasiones. Siempre tendrás la oportunidad de reinventarte y verás cómo todos esos puntos se unirán después).
Hasta aquí amigas. Me ha costado mucho publicar este contenido tan personal, pero creo que si a mí me costó tanto encontrar material de este tipo y finalmente pude recopilar la ayuda que he recibido y diseñar mis propios trucos, ¿por qué no compartirlo contigo? Suelto al universo.
Estoy preparando más contenido de este tipo, para avanzar en el proceso de crear tu propio producto, un proyecto o una marca, sin saltarte el proceso, pero avanzando a pasos firmes y constantes.
¿Te vienes a nuestro café de los miércoles en la tarde?